Tertulia “El Goyete”, en la casa de Esther y Donvi (27-XII-2012)

Tanto leer y escuchar hablar de los MIA y de los Vitale y de Esther y Donvi y de repente me encuentro invitado a una tertulia en su mítica casa, que ya no queda en Villa Adelina sino en San Telmo, pero qué importa.
Y debo ser el único salame en esta casa que no lo conoció al Donvi, pero qué importa, si es como si lo hubiera conocido, aunque no se nada de él.
Y acá se habla de independencia y yo no
 creo en la independencia, creo en la libertad.
Y acá se habla de asociarse y yo creo más bien en acompañarse, en ponerse de acuerdo, en compartir.
Y construiré una balsa y me iré a naufragar.
Y yo no creo en la burocracia, ni en las entidades, ni en las instituciones, porque no se puede hablar con organismos abstractos. Las que hablan y se asocian o se independizan, o lo que sea, son las personas.
Y acá todos hablan de Donvi y lo vemos hablar a él desde las pantallas y cómo no creerle a esa persona.
Y acá hay tanta otra gente que no conozco, pero que sí conozco y que está viva y comiendo sánguches y tortilla de papa.
Y está Pistocchi, con quien me pasa algo parecido que con Donvi.
Y está Grinberg, a quien por suerte sí conozco y que siempre fue un maestro sin ni siquiera saberlo él ni yo.
Y está Muñoz (a quien acabamos de rebautizar MuDiosz) que a mí, que no leo poesía, me da ganas de ser poeta y de volver a dejarme la barba.
Y está Esther, que canta un tango con un pucho en la mano, y no es momento para conocerla.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
Y todos celebran fiestas que no sé si son las mías, pero qué importa.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
Y toca Lito Vitale, que qué bien que toca el piano cuando deja los electrodomésticos.
Y hay tres jóvenes Vitales de tercera generación (o cuarta, yo qué sé) que improvisan con instrumentos musicales de esos que se compran en la calle Talcahuano, pero también con virulanas, destornilladores y palitos de brochette, cosa que cuando lo hacen viejos da un poco de pena, pero cuando lo hacen niños es esperanzador.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
Y hay más gente que toca y canta, pero ya no la escucho porque estoy parado en un lugar donde no me puedo ni mover y necesito ir con urgencia a buscarme un rincón (siempre hay un rincón) y tomar notas antes de que el corazón se me salga del pecho.
Y no hay tiempo de más, una hora es fatal, un minuto igual. No, no me digas que no se puede.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
Y cuando se quiere hacer música se hace con una cajita de fósforos, o con dos ramitas, o golpeteando en la zapán.
Y cuando hay que hacer cosas, vas y las hacés. Y cuando no las hacés al final te das cuenta de que por alguna razón no las hacías, aunque uno casi siempre se dé cuenta tarde.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
Y está la Comte que te subtitula lo que pasa y te cuenta el backstage de todo.
Y cantan Dacal y Liliana Vitale y Fer Isella toca el piano. Y qué canciones que cada vez funcionan mejor, las de Dacal.
¿Y por qué no estamos algo del tiempo de acuerdo en algo?
Y aunque quede mal decirlo, me parece que ya no vale la pena perder el tiempo con el rock.
Y aunque quede mal decirlo, me parece que ya no vale la pena perder el tiempo con la política.
Y aunque quede mal decirlo, me parece que ya no vale la pena perder el tiempo con la independencia..
Hay que ir y hacer lo que necesitamos y no como se puede o como se supone, sino como queremos que sea.
Y ya sé que esto que estoy escribiendo sería mejor pensarlo un poco más (lo que digo y cómo lo digo), pero si lo dejo para después no lo voy a hacer nunca.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
Aunque la mayor parte de esas cosas después sean dolores de cabeza.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
Porque parece que no sé hacer otra cosa.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
Aunque como escribí todo en primera persona pareciera que me fui totalmente de tema, pero si se fijan, no tanto.
Y tenía más cosas para agregar, pero me las voy a acordar cuando sea tarde.
Y todo el tiempo me dan ganas de ir y hacer cosas yo también.
No aprendo más.

1 comentario:

  1. Y decime, Dondono, no tenés ganas de ir y ponerle música a esta letra vos también?

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