¿Como ser experimental sin ser autista?¿Como resolver la necesidad del público de refugiarse en la comodidad de lo conocido sin renunciar a la búsqueda de lo nuevo, lo diferente? Una de las muchas maravillas de la canción es que su forma es tan familiar y segura para cualquier oído occidental, que permite dar sentido a cualquier conjunto sonoro que, sin esa clave para la escucha, podría sonar, para algún desprevenido como un caos amorfo. Pero además es evidente que tanto Zypce -no solo compositor notable sino también hombre de teatro- como Isol -no solo cantante sino ilustradora y escritora de excepción- conocen el aporte del aspecto visual, de como el ver los gestos, los pequeños movimientos de la interpretación en la voz, la guitarra de Pablo Chimenti, la computadora de Nicolás Cecinini y ese taller mecánico sonoro e imposible que se inventó Zypce no solo generan un espectáculo digno de presenciar, sino que contribuyen a entender y apreciar mejor lo que está sonando. Por suerte, eso no es todo, y para los que no siempre queremos ir por los caminos más conocidos, los pequeños momentos donde los sonidos se liberan (de la mano de celulares, grabadores a cassette, voces o lo que haya a mano), nos traen la esperanzo de nuevos mundos por venir.
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