Tinta Roja, en La Dama de Bollini (3-X-2010)
Tocan bien, tienen buenos arreglos, son profesionales y ella canta con afinación y simpatía, pero el repertorio (Garúa, Nada, Pasional y una seguidilla hits y de canciones de Piazzolla) no ha sido evidentemente el aspecto que más les ha interesado desarrollar. ¿O sí? El local estaba lleno, y no de turistas japoneses sino de porteños de edad suficiente para conocer el tango hace algunas décadas, y recibió la performance con entusiasmo. En un punto tiene sentido: si la música clásica sobrevive hace cien años repitiendo una y otra vez cien obras compuestas hace más de un siglo, ¿porque el tango tiene que privarse de perpetuarse en repetir un sinfín de sus cien mejores títulos? Es comprensible que haya una comodidad para cierto tipo de público en conformarse con lo ya conocido y de eficacia comprobada. ¿Es esto lo que el público quiere?¿Es esto lo más interesante que estos músicos pueden dar, la mejor forma de aprovechar sus capacidades?¿Cual debe ser el lugar de la innovación en la actividad musical? Que haya cosas para todo público (o para diferentes públicos) también es parte de la diversidad y es bueno no olvidar que eso es importante y necesario.
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