Alvy, Nacho y Rubin interpretan a Los Campos Magnéticos, en el Parque Las Heras (3-XI-2012).

Es interesante recordarse como el contexto condiciona la performance musical. Las versiones que Alvy, Nacho y Rubin hacen de las canciones de los Magnetic Fields parecen perfectas para escuchar sentado en el pastito de un parque bajo el sol. Lo que pasa es que, en la realidad, la postal bucólica se traduce en un escaso público rodeado de grupitos de jóvenes que presta dudosa atención, niños que gritan, jubilados que pasean, vendedores de refrescos que estacionan en cualquier lado y ese clima, ese encantamiento que se produce en uno de sus shows normales se transforma en una cierta extrañeza casi apática como de quienes miran sin ver. ¿Habrá aquí alguna clave oculta para entender la recepción del publico no iniciado al trabajo de los cancionistas actuales? ¿Deberían haber tocado canciones originales en vez de las traducciones de Merrit? ¿Alguien comprará un disco o irá a un concierto en serio con entrada paga porque los conoció hoy?¿Quizás valga la pena todo por el acertado gesto de Rubin de reclamar, además de los espectáculos gratuitos en las plazas apoyos para las salas donde todas las noches se produce la música que hace posibles estos festivales, aun con los mil escollos (en vez de apoyos) del Gobierno? ¿Debemos no buscar el pelo al huevo y conformarnos con pasar un grato momento al atardecer? No sé; por ahora, lo sumamos a la larga lista de interrogantes que quizás, algún día...

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