No se si es esa voz tan particular que tiene con esos matices extremos que alternan frecuente y constantemente -casi como si hubiese dos voces paralelas- del susurro hasta los agudos sostenidos y potentes, a veces cristalinos pero que de a ratos mutan hacia el lado del quejido casi animal; no sí si son los temas de los que hablan sus letras o su forma de escribir; no sé si es ese particular personaje que supo construir, de ex punk sufrido resucitado en historiador/intelectual con doble vida como cancionista. No sé yo explicar que es exactamente lo que lo destaca, por qué Gabo Ferro logra con frecuencia llenar, más que otros de su generación y de estéticas no tan lejanas, salas de no poca capacidad -aun en noches de frío y lluvia como esta- y generar una empatía y adhesión infrecuente en un público que hasta le festeja los chistes y desoye su intento de convencerlos de que esta noche no está cantando del todo bien. Algo de esa voz y esas palabras pueden tener que ver quizás la gran recepción del segmento final cantado a capella, casi como si necesitara liberarse de la guitarra. Me imagino que cada uno tendrá su propia hipótesis de que es con precisión lo que hace la diferencia. Yo, al menos por ahora, no. Pero bueno, si pudiera explicar estas cosas sería quizás un productor y no un comentarista trasnochado.
Edgardo Cardozo en Café Vinilo (1-V-2013).
Fui de vuelta a ver a Edgardo Cardozo y me sentí un poco como el protagonista de aquel viejo chiste acerca de un grupo de amigos que se juntan, precisamente a contarse chistes. Como después de un tiempo se repetían, empezaron a numerarlos y en las reuniones solo se los escuchaba decir cosas como "¿Se acuerdan del 2?" o "¡Que bueno que es el 16!", hasta que alguien, de repente, ante la mención de uno de los tantos números, larga una tremenda y sonora carcajada. El resto se sorprende, claro. "¿Y de que te reís", lo increpan; "¡Es que no lo conocía!". Bueno, aunque yo medio que ya me sé todos estos cuentos de memoria y escuché estas canciones mil veces, me sigo riendo como la primera vez.
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